Por Elvio Alvarenga
La cuestión hubiera pasado desapercibida y como algo común y corriente si no se tuviera la presencia de un periodista de la 660 AM, quien encaró la situación e intentó hacer ver que el encuentro político no debía realizarse
en una dependencia pública.
Algunos de los que participaron de la reunión de organización se mandaron mudar; sin embargo, el abogado constructor (conocido así por sus incursiones en obras publicas de diferentes municipios y en las que no siempre salió bien) Julio David Fischer, apoderado del movimiento que postula a la ex gobernadora y ex diputada Ramonita Mendoza para la municipalidad de Concepción, se quedó y “enfrentó” a la prensa cuestionadora.
Fischer mostró su sarcasmo al saludar a la prensa, “a los amigos de Concepción al día, Radio Regional, saludos, todo okey, todo okey”, expresó. En principio explicó que la reunión iba a ser para coordinar toda la parte electoral entre los apoderados. «No importa», agregó al hacérsele notar que esa reunión no podía realizarse en una institución pública.
Finalmente, comentó que fue invitado y estaba participando de la reunión. En medio de tanto disparate, y ante la pregunta sobre quien ganaría las elecciones, con mucha inteligencia respondió “en el día de las elecciones, el que tiene más votos gana” (llovido sobre mojado).
Ante la risa de los presentes, dijo que habrá un voto en modo covid. La utilización del local del gobierno departamental de Concepción como comité partidario ocurrió el miércoles.
Aparte de Fischer, apoderado de la lista 2023, que impulsa a Ramonita Mendoza, estuvieron Luis Ferreira lista 13, movimiento FILCO, Miguel Domínguez, lista 100 e Ignacio Romero Quevedo, lista 9; todos ellos apoderados departamentales.
La prepotencia de Fischer nos recuerda un dicho de Ramonita Mendoza, “para que vas a ser autoridad si no vas a mandar”, solía opinar.
Pero más allá de la actitud personal del apoderado de la lista 2023, el tema que se cuestiona es lo institucional; donde un grupo de politiqueros utilizó una institución pública para cuestiones partidarias, hecho que se da ante la pasividad de un gobernador (Edgar López), que no puede desconocer las reuniones que se hacen en su institución.
La situación es irregular y antiética, pero por sobre todo debería preocupar a la población votante que, entendemos, espera mejores tiempos para nuestra ciudad y está cansada de tanto desatino por parte de sus autoridades. Y para hablar de este desatino, necesitamos mucha tinta y mucho espacio en internet.