Por Elvio Alvarenga (Opinión)
En una nota anterior comentábamos sobre la necesidad de estrategias conjuntas entre pueblo y gobierno para enfrentar la pandemia.
Ahora la situación empeoró, tanto con respecto a cantidad de afectados por el covid 19, como en el tratamiento que se le da en la sociedad. Y aparece con fuerza la necesidad de instalar una actitud interinstitucional fuerte, con presencia de representantes de todos los sectores para alivianar la carga que representa la lucha contra la pandemia para las autoridades sanitarias.
El déficit se observa fundamentalmente en el departamento de Concepción así como en el distrito, donde a las autoridades municipales se les ocurrió organizar una peatonal gastronómica en el peor momento de la pandemia.
En estos tiempos se baten récords en la cantidad de contagiados como en la de los muertos. Los fallecidos oscilan entre los 120 y 125 por día. Las autoridades sanitarias, representadas por su vocero, el director regional, reaccionaron inmediatamente y solicitaron la suspensión de la actividad a la que calificaron de inoportuna, atendiendo a la situación de zona roja que vive la ciudad.
El tema podría haber pasado inadvertido si no se tratara de muertes de ciudadanos y de las familias que quedan destrozadas ante los embates del covid. Sin embargo, no es el único punto que se les cuestiona a las autoridades políticas (en cargos electivos) de la región, analizando su poca preocupación por la suerte de sus ciudadanos y metiéndose ya en campañas proselitistas desenfrenadas en muchos casos.
En las últimas jornadas, se informó sobre la falta de oxígeno en el departamento, tanto en la provisión desde el sector privado e inclusive en el público. La pregunta es: ¿que hicieron las autoridades políticas para subsanar este inconveniente, que hicieron para exigir a sus pares de Asunción para la provisión de insumos, protectores y otros rubros y también sobre las construcciones prometidas en marco de la lucha anti covid?. ¿Donde están los montos presupuestados a las entidades regionales y al mismo gobierno central para este efecto?.
Finalmente, dejar escuchar la voz de protesta con respecto al famoso faltante de vacunas. Las vacunas que, para muchos ciudadanos ya no representan una salvación, ya que duermen el sueño profundo de la muerte, al amparo de una sociedad que festeja cualquier cosa y cuando uno muere, se rasga las vestiduras expresando todo tipo de discriminación inclusive hacia los enfermos.
Es urgente que se instale de nuevo una mesa interinstitucional y que cada uno cumpla su rol. Que los políticos recuerden que hay un pueblo que los puede elegir. Y por más que ahora no estén en campaña, alguna vez se les puede ocurrir presentarse de nuevo a algún cargo electivo. Y por más que el pueblo sea olvidadizo, con tantas muertes, puede que cambie la historia.